Día a día aumentan las protestas por los recortes que las distintas administraciones están llevando a cabo a lo largo y ancho de la geografía española. Recortes motivados por la situación de crisis económica actual, pero que no siempre están justificados por la misma, escondiéndose detrás de muchos de ellos una corriente ideológica en toda regla.
En respuesta a esta política de recortes, y por aquello de que muchas olas hacen mar, se van organizando poco a poco diferentes mareas con el objeto de denunciar públicamente las consecuencias que tienen en la población. A nivel de pueblo, a pesar de que las consecuencias de muchos de estos recortes son también visibles, la contribución a estas mareas desde localidades como Baena son menos visibles.
Como ejemplos tenemos la marea verde de educación, con miles de profesores menos en Andalucía que se traduce en una pérdida de calidad en las aulas.La marea blanca en defensa de la sanidad pública, donde los recortes de personal ponen en peligro el normal desarrollo del propio centro de salud, mientras paradójicamente se sigue pagando miles de euros en productividad como suplemento a los sueldos.
La marea naranja en defensa de los servicios sociales, tan necesitados en poblaciones azotadas por el paro, como es el caso de Baena.O la marea roja de los parados, representada en Baena con la ocupación del antiguo INEM que la Comisión de Parados viene organizando en las últimas semanas.De reciente incorporación la marea amarilla, bajo el lema “Sin Justicia no hay derechos” denuncia el recorte en materia de Justicia así como la imposición del ‘tasazo’ judicial.
A estas mareas habría que sumarle el movimiento contra los desahucios que ya tiene presencia en Baena, al menos virtualmente, o las diarias concentraciones por la estafa de las preferentes, invisible en Baena a pesar de existir también múltiples casos. Sí que contamos ya en Baena con una delegación del Frente Cívico, que sin duda tratará de sumar en la lucha contra toda injusticia social en la localidad.
La marea negra de los mineros no está presente en Baena ni se la espera, obviamente. Tampoco se la espera, por desgracia, a la marea azul. Recientemente se está organizando la Marea Azul del Sur, en respuesta de los intentos de privatización de la gestión del agua municipal.
Aún quedan muchas ciudades y pueblos andaluces con la gestión pública, entre ellas grandes ciudades como Málaga, Sevilla o Córdoba. En la actualidad hay varios frentes abiertos, como por ejemplo El Puerto de Santa María, Jerez, Andújar o Algeciras.
Detrás están un par de multinacionales, que aprovechan la ineficacia gestora de algunos políticos y sobre todo la necesidad de liquidez de muchos ayuntamientos. Estas empresas ofrecen dinero a los ayuntamientos a cambio de hacerse con los clientes durante 25 años o más.
El recibo del agua está financiando un sistema municipal en quiebra y Baena no podía ser menos. Tres millones de euros que venían como agua de mayo para ofrecer liquidez municipal en plena campaña electoral, dinero que ya los baenenses nos encargamos de devolver con creces con las continuadas subidas del recibo del agua.
Por este motivo, la marea azul tampoco llegará a Baena. Además, la privatización del agua en Baena no es reciente, siendo nuestra población pionera en cuanto a la privatización de la gestión del agua municipal se refiere.
Yo también soy de los que piensan que los tres partidos políticos de la corporación municipal debieran ponerse de acuerdo en torno a un único proyecto de futuro, en el que también se cuente con la ciudadanía y los movimientos sociales representando en las mareas, más allá de pedirle su voto cada cuatro años.
En respuesta a esta política de recortes, y por aquello de que muchas olas hacen mar, se van organizando poco a poco diferentes mareas con el objeto de denunciar públicamente las consecuencias que tienen en la población. A nivel de pueblo, a pesar de que las consecuencias de muchos de estos recortes son también visibles, la contribución a estas mareas desde localidades como Baena son menos visibles.
Como ejemplos tenemos la marea verde de educación, con miles de profesores menos en Andalucía que se traduce en una pérdida de calidad en las aulas.La marea blanca en defensa de la sanidad pública, donde los recortes de personal ponen en peligro el normal desarrollo del propio centro de salud, mientras paradójicamente se sigue pagando miles de euros en productividad como suplemento a los sueldos.
La marea naranja en defensa de los servicios sociales, tan necesitados en poblaciones azotadas por el paro, como es el caso de Baena.O la marea roja de los parados, representada en Baena con la ocupación del antiguo INEM que la Comisión de Parados viene organizando en las últimas semanas.De reciente incorporación la marea amarilla, bajo el lema “Sin Justicia no hay derechos” denuncia el recorte en materia de Justicia así como la imposición del ‘tasazo’ judicial.
A estas mareas habría que sumarle el movimiento contra los desahucios que ya tiene presencia en Baena, al menos virtualmente, o las diarias concentraciones por la estafa de las preferentes, invisible en Baena a pesar de existir también múltiples casos. Sí que contamos ya en Baena con una delegación del Frente Cívico, que sin duda tratará de sumar en la lucha contra toda injusticia social en la localidad.
La marea negra de los mineros no está presente en Baena ni se la espera, obviamente. Tampoco se la espera, por desgracia, a la marea azul. Recientemente se está organizando la Marea Azul del Sur, en respuesta de los intentos de privatización de la gestión del agua municipal.
Aún quedan muchas ciudades y pueblos andaluces con la gestión pública, entre ellas grandes ciudades como Málaga, Sevilla o Córdoba. En la actualidad hay varios frentes abiertos, como por ejemplo El Puerto de Santa María, Jerez, Andújar o Algeciras.
Detrás están un par de multinacionales, que aprovechan la ineficacia gestora de algunos políticos y sobre todo la necesidad de liquidez de muchos ayuntamientos. Estas empresas ofrecen dinero a los ayuntamientos a cambio de hacerse con los clientes durante 25 años o más.
El recibo del agua está financiando un sistema municipal en quiebra y Baena no podía ser menos. Tres millones de euros que venían como agua de mayo para ofrecer liquidez municipal en plena campaña electoral, dinero que ya los baenenses nos encargamos de devolver con creces con las continuadas subidas del recibo del agua.
Por este motivo, la marea azul tampoco llegará a Baena. Además, la privatización del agua en Baena no es reciente, siendo nuestra población pionera en cuanto a la privatización de la gestión del agua municipal se refiere.
Yo también soy de los que piensan que los tres partidos políticos de la corporación municipal debieran ponerse de acuerdo en torno a un único proyecto de futuro, en el que también se cuente con la ciudadanía y los movimientos sociales representando en las mareas, más allá de pedirle su voto cada cuatro años.
PEPE R. SILLERO
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