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La democracia y el compromiso ambiental

Podemos considerar a los residuos y su falta de gestión como uno de los principales problemas con los que se enfrenta la humanidad en los países desarrollados. Y es que, cuando hablamos de residuos, también lo estamos haciendo de consumo, de agotamiento de recursos naturales, de energía, de contaminación y por lo tanto, de crisis global.

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No cabe duda que queda mucho camino por recorrer en relación a la sensibilización de la población ante esta temática. Haciendo una burda lectura del término democracia, entendiéndola ésta como la mera aplicación de la decisión de la mayoría, es obvio que, dada la sensibilidad ambiental en España, el medio ambiente siempre llevará las de perder.

Durante estos días hemos escuchado como han realizado una consulta en un pueblo de Guipúzcoa, donde se quiere implantar la recogida selectiva ‘puerta a puerta’ para aumentar la separación en origen de los diferentes residuos y por consiguiente, su correcto reciclaje. Sin entrar en valorar el procedimiento seguido para dicha votación, el resultado ha sido que un total de 3.599 personas votó a favor del quinto contenedor, frente a 61 que se decantaron por el ‘puerta a puerta’.

Sin embargo, todos los estudios y experiencias en otros países sitúan a la recogida ‘puerta a puerta’ como el mejor modelo que nos ofrece las mayores tasas de separación en origen. Si queremos ser exigentes con nosotros mismos, debemos ser conscientes de que el actual modelo de sacar la basura al contenedor ha fracasado, puesto que la correcta separación de los residuos en los diferentes contenedores es meramente testimonial entre la población, también la baenenese.

En Baena se colocaron no hace mucho los contenedores soterrados, provocando con esta medida un sobrecoste añadido en el recibo y supuestamente una mayor comodidad entre la ciudadanía, permitiendo de este modo sacar la basura en cualquier horario. Sin embargo, desde el punto de vista ambiental, estas medidas no suponen ningún avance.

Y es que, ya sea el ‘puerta a puerta’ o cualquier otro sistema destinado al control individual de nuestro comportamiento debiera ser bienvenido. Para el resto de facetas relacionadas con la ecología en el hogar contamos con el ‘contador’ para poder aplicarlo desde las diferentes políticas fiscales empleadas.

Si queremos incidir en el consumo de energía eléctrica de los hogares disponemos de un contador individual al que aplicar los diferentes baremos para premiar o castigar determinado uso. Igual ocurre con el consumo de agua. Sin embargo, con la basura, nada de nada. En algunos países existe la recogida ordenada puerta a puerta, en la que cada día se recoge un tipo de residuos, debiendo la ciudadanía de aguantar un poco más los residuos en casa.

En otros lugares, los contenedores donde se depositan registran la aportación de cada familia de forma individual. Hay experiencias donde la basura debe depositarse en unas bolsas reglamentarias, que al comprarse ya lleva incorporada la tasa de recogida, de tal forma que así, al igual que en el agua o la electricidad, pagaría más aquella familia que mas residuos generase, castigando incluso la no separación en origen. El modelo a utilizar puede ser variopinto entre múltiples opciones, pero sea cual fuere, ésta debiera incluirse entre las denominadas como pay-as-you-throw (PAYT), o cobro variable según generación.

Pero para España, la guía de ruta parece que es muy diferente. Sigamos con la farsa, con unsistema de recogida ineficiente hasta que la situación sea extremadamente grave. Llegado el momento, al que no solamente no nos aproximamos, sino que estamos llegando, la ciudadanía estará preparada para asumir y admitir la incineración de basuras, que llamaremos valorización energética y que ya empieza a realizarse, trasladando los problemas que generan los vertederos a una contaminación atmosférica no menos perjudicial.

Es por ello que, cuando apenas trascurren varias horas de la celebración del Día de la Tierra, es momento de reflexionar, pues yo también creo que no puede haber justicia social si falta la justicia ambiental. En este sentido y a modo de homenaje a José Luis Sampedro, quisiera hacerlo con la trascripción de algunas de sus palabras realizadas en el video que, tres meses antes de su muerte, grababa para Ecologistas en Acción, colectivo del que era socio.

“Si queremos evitar una catástrofe, que de seguir como estamos ya no sería demasiado lejana a escala histórica, si queremos hacerlo, tenemos que pensar en un modelo de desarrollo primero que sea ecológico, no solo económico sino esencialmente ecológico. La economía es una parte de su conjunto, pero no puede determinar la totalidad de la evolución de la historia humana.”

PEPE R. SILLERO

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