Creo que esta saga de tres libros (Los hombres que no amaban a las mujeres, La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina y La reina en el Palacio de las corrientes de aire), escrita por Stieg Larsson, es muy conocida en nuestro país, y seguro que muchas personas de las que seguís esta columna la habréis leído. Si aún no lo habéis hecho, pedídsela a un amigo, compradla o buscadla en alguna biblioteca pública. Merece la pena.
Estos tres libros pegaron el salto internacional y abrieron las puertas mundiales a las novelas policiacas y de investigación suecas, género que cuenta con muchos adeptos en ese país escandinavo.
Si tuviera que definir a Stieg Larsson con una sola palabra sería "inteligencia". Su forma de construir una historia, con tantas páginas por delante, es brillante. No obstante, no me han gustado por igual todos los libros y, de hecho, mi interés fue menguando. Así, pienso que la primera parte del tercer volumen es demasiado árida, ya que nos presenta a un sinfín de personajes, haciendo que nos perdamos un poco ante tanto nombre extranjero.
Siempre me llama la atención la capacidad de escribir una historia principal, normalmente con dos protagonistas, a la que se va volcando otras paralelas, construyendo una red perfecta en la que todo queda explicado. Y en esto, Stieg Larsson es excelente. La lástima es que ya no se encuentre en este mundo y no podamos disfrutar con nuevos ejemplos de su rápida prosa.
Cuando abres el primer tomo, te atrapa desde el primer párrafo. La protagonista, una chica asocial con un pasado problemático, resulta un misterio muy atractivo. Su fuerza, su inteligencia y su capacidad de sobreponerse a casi todo la convierten en una especie de heroína.
Por otro lado, contamos con la presencia de un periodista –convertido en investigador- que mantiene una relación “curiosa” con una amiga y colega de profesión. En un momento, las vidas de estas dos personas, a las que separa una diferencia de edad considerable, se cruzan y los problemas empiezan a aparecer.
Desde el punto de vista de los sentimientos, creo que al igual que me pasó a mí, puede que veáis cómo las relaciones sociales y amorosas son vividas de manera totalmente distinta en el norte de Europa. Es otra forma de sentir. Además, cuenta con el aliciente de haber tramas políticas detrás.
Yo leí los tres libros en menos de una semana. Me ayudó el hecho de estar de vacaciones y algo griposa. Considero que son un buen regalo de cara al verano, para disfrutar del tiempo libre y de las miles de historias que ocultan sus páginas. La verdad es que me están dando ganas de releerlos. Y bueno, para estos libros vertiginosos nada mejor que High way to hell de AC/DC.
Estos tres libros pegaron el salto internacional y abrieron las puertas mundiales a las novelas policiacas y de investigación suecas, género que cuenta con muchos adeptos en ese país escandinavo.
Si tuviera que definir a Stieg Larsson con una sola palabra sería "inteligencia". Su forma de construir una historia, con tantas páginas por delante, es brillante. No obstante, no me han gustado por igual todos los libros y, de hecho, mi interés fue menguando. Así, pienso que la primera parte del tercer volumen es demasiado árida, ya que nos presenta a un sinfín de personajes, haciendo que nos perdamos un poco ante tanto nombre extranjero.
Siempre me llama la atención la capacidad de escribir una historia principal, normalmente con dos protagonistas, a la que se va volcando otras paralelas, construyendo una red perfecta en la que todo queda explicado. Y en esto, Stieg Larsson es excelente. La lástima es que ya no se encuentre en este mundo y no podamos disfrutar con nuevos ejemplos de su rápida prosa.
Cuando abres el primer tomo, te atrapa desde el primer párrafo. La protagonista, una chica asocial con un pasado problemático, resulta un misterio muy atractivo. Su fuerza, su inteligencia y su capacidad de sobreponerse a casi todo la convierten en una especie de heroína.
Por otro lado, contamos con la presencia de un periodista –convertido en investigador- que mantiene una relación “curiosa” con una amiga y colega de profesión. En un momento, las vidas de estas dos personas, a las que separa una diferencia de edad considerable, se cruzan y los problemas empiezan a aparecer.
Desde el punto de vista de los sentimientos, creo que al igual que me pasó a mí, puede que veáis cómo las relaciones sociales y amorosas son vividas de manera totalmente distinta en el norte de Europa. Es otra forma de sentir. Además, cuenta con el aliciente de haber tramas políticas detrás.
Yo leí los tres libros en menos de una semana. Me ayudó el hecho de estar de vacaciones y algo griposa. Considero que son un buen regalo de cara al verano, para disfrutar del tiempo libre y de las miles de historias que ocultan sus páginas. La verdad es que me están dando ganas de releerlos. Y bueno, para estos libros vertiginosos nada mejor que High way to hell de AC/DC.
MARÍA JESÚS SÁNCHEZ / REDACCIÓN
