Squaresoft sobrevivió a la crudeza de los números gracias a Final Fantasy, su última esperanza de hacer algo lo suficientemente bueno y grande como para convencer a los jugadores de la época. Y tanto que lo consiguieron. Fíjense si fue así, que todavía siguen lanzando títulos nuevos a día de hoy. Espera, espera. ¿Nuevos?
Una gran parte de los jugadores –siendo amables, hay quien les diría que casi todos– afirman unánimemente que desde que la nipona Squaresoft se fusionó con Enix, formando la actual Square-Enix, esta compañía ha perdido parte del encanto que la envolvía.
No es de extrañar, ya que, como mero arranque, cabe decir que precisamente su franquicia principal, la citada Final Fantasy, ha ido cambiando cada vez más hasta convertirse en una sombra irreconocible de lo que antaño fuera. No hablamos en términos de calidad, reino donde cada individualidad debe gobernar, sino en la temática y en su forma de plasmar las aventuras.
Quizás las peores decisiones que ha tomado la ya más que asentada fusión de potencias no sean las que se han criticado a lo largo de los años, sino más bien las actuales. Hace apenas unos meses se lanzó al mercado Final Fantasy X HD para PlayStation 3 y PS Vita, un rebozado en alta calidad de las aventuras de Tidus que ya pudimos disfrutar en su día. No contento con sacar un refrito, ahora han confirmado que éste se pondrá a la venta también en PlayStation 4 próximamente.
Ojalá la pereza de la compañía acabase aquí. Si no les parecía suficiente sacar por tercera vez este juego, también han llegado a comentar que les gustaría hacer lo mismo con entregas anteriores. Es decir, trasladar obras como Final Fantasy III a los gráficos de PS4.
Quizás aquí si hablaríamos de un trabajo más a fondo, teniendo en cuenta el trabajo más costoso de pasar a 3D todos los píxeles de las obras clásicas. Pero se sigue ahorrando mano de obra en cuestiones como artistas conceptuales o guionistas.
En lo relativo a los más que cansinos refritos, el culmen de la falta de respeto hacia los usuarios se encuentra en el afamado y querido Final Fantasy VII. Fetiche entrega de la saga que tanto los fans adoran y de la que tanto anhelan, esta vez sí, un remake que actualice sus más que mejorables gráficos.
Conocedores de esto, en la pasada PlayStation Experience –una especie de feria organizada por y para PlayStation– se confirmó que la sexta secuela llegaría a PS4, pero tal cual. La expectación de los jugadores por los suelos y sus carteras por los aires. Que, todo sea dicho de paso, quien más se falta al respeto son los mismos compradores, que invierten una vez y otra vez su dinero en un producto que ya han consumido en numerosas ocasiones.
A todos los remakes, refritos varios, hay que sumarle la extraña obsesión que Square-Enix ha sentido por Lightning y Final Fantasy XIII. Nadie quería a esta protagonista, sus juegos no tuvieron un recibimiento demasiado alentador. Y aun así, siguieron adelante. Aunque doliera. Porque a veces, el amor por algo puede doler. Y mucho.
Tres entregas le costó a la compañía deshacerse de la pelirosa. Demasiado tiempo y esfuerzos que se podían haber invertido en otra cosa. ¿En otra Propiedad Intelectual, quizá? Para qué, eso está sobrevalorado. Vamos, van a inventar algo nuevo. ¿Quiénes se creen que son?
Lejos queda aquella época en la que se apostaba por títulos menos sonados pero quizás más ricos y alternativos como Chrono Trigger o Vagrant Story. Ahora todo lo que hacen, lo desarrollan asegurándose que va a haber alguien detrás comprándoles.
Lógico por una parte al esperar ingresos, pero cobarde y muy vago por otra, ya que igual, con otra obra diferente se ganarían más adeptos de los que se tienen ahora. Incluso cuando se sacan otros títulos nuevos, como Bravely Default, es para apenas a los pocos meses empezar ya a elaborar una nueva entrega.
Ello sin contar con que trabajos tan esperados como Final Fantasy XV o Kingdom Hearts III llevan siendo demandado años, casi una década en el caso de Sora y los sincorazón. Sí que se ha confirmado que saldrán en el próximo año algunos de estos refritos citados antes, pero para Kingdom Hearts III… habrá que esperar hasta 2016 casi seguro. Si no sale un juego secundario a la altura de Birth By Sleep o Dream Drop Distance, que esa tendencia a cambiar de plataforma en una misma franquicia también sería digna de estudio.
Square-Enix está lejos de sucumbir a la bancarrota, ya que sus números no son malos. Está lejos de ser también la peor compañía del videojuego, sin duda. No hace falta demonizar todo lo que se critica. No obstante, también se encuentra a unos cuantos pasos de lo que llegó a ser en su día. Vale, quizás a algunos kilómetros.
Han optado por un tipo de política, de visión, de encuadre, que solo les permite mirar hacia una dirección. Como si fueran un caballo. Y vale, no está mal mirar el árbol para estudiarlo de cerca. Pero no lo olviden: si siempre se mira igual, se estarán perdiendo el bosque. Toca ampliar las miras, desenfocar la visión y entornar los ojos hacia otra dirección. De lo contrario, quizás se queden cosas más importantes fuera de la vista. Como pasa en la imagen de esta opinión.
Una gran parte de los jugadores –siendo amables, hay quien les diría que casi todos– afirman unánimemente que desde que la nipona Squaresoft se fusionó con Enix, formando la actual Square-Enix, esta compañía ha perdido parte del encanto que la envolvía.
No es de extrañar, ya que, como mero arranque, cabe decir que precisamente su franquicia principal, la citada Final Fantasy, ha ido cambiando cada vez más hasta convertirse en una sombra irreconocible de lo que antaño fuera. No hablamos en términos de calidad, reino donde cada individualidad debe gobernar, sino en la temática y en su forma de plasmar las aventuras.
Quizás las peores decisiones que ha tomado la ya más que asentada fusión de potencias no sean las que se han criticado a lo largo de los años, sino más bien las actuales. Hace apenas unos meses se lanzó al mercado Final Fantasy X HD para PlayStation 3 y PS Vita, un rebozado en alta calidad de las aventuras de Tidus que ya pudimos disfrutar en su día. No contento con sacar un refrito, ahora han confirmado que éste se pondrá a la venta también en PlayStation 4 próximamente.
Ojalá la pereza de la compañía acabase aquí. Si no les parecía suficiente sacar por tercera vez este juego, también han llegado a comentar que les gustaría hacer lo mismo con entregas anteriores. Es decir, trasladar obras como Final Fantasy III a los gráficos de PS4.
Quizás aquí si hablaríamos de un trabajo más a fondo, teniendo en cuenta el trabajo más costoso de pasar a 3D todos los píxeles de las obras clásicas. Pero se sigue ahorrando mano de obra en cuestiones como artistas conceptuales o guionistas.
En lo relativo a los más que cansinos refritos, el culmen de la falta de respeto hacia los usuarios se encuentra en el afamado y querido Final Fantasy VII. Fetiche entrega de la saga que tanto los fans adoran y de la que tanto anhelan, esta vez sí, un remake que actualice sus más que mejorables gráficos.
Conocedores de esto, en la pasada PlayStation Experience –una especie de feria organizada por y para PlayStation– se confirmó que la sexta secuela llegaría a PS4, pero tal cual. La expectación de los jugadores por los suelos y sus carteras por los aires. Que, todo sea dicho de paso, quien más se falta al respeto son los mismos compradores, que invierten una vez y otra vez su dinero en un producto que ya han consumido en numerosas ocasiones.
A todos los remakes, refritos varios, hay que sumarle la extraña obsesión que Square-Enix ha sentido por Lightning y Final Fantasy XIII. Nadie quería a esta protagonista, sus juegos no tuvieron un recibimiento demasiado alentador. Y aun así, siguieron adelante. Aunque doliera. Porque a veces, el amor por algo puede doler. Y mucho.
Tres entregas le costó a la compañía deshacerse de la pelirosa. Demasiado tiempo y esfuerzos que se podían haber invertido en otra cosa. ¿En otra Propiedad Intelectual, quizá? Para qué, eso está sobrevalorado. Vamos, van a inventar algo nuevo. ¿Quiénes se creen que son?
Lejos queda aquella época en la que se apostaba por títulos menos sonados pero quizás más ricos y alternativos como Chrono Trigger o Vagrant Story. Ahora todo lo que hacen, lo desarrollan asegurándose que va a haber alguien detrás comprándoles.
Lógico por una parte al esperar ingresos, pero cobarde y muy vago por otra, ya que igual, con otra obra diferente se ganarían más adeptos de los que se tienen ahora. Incluso cuando se sacan otros títulos nuevos, como Bravely Default, es para apenas a los pocos meses empezar ya a elaborar una nueva entrega.
Ello sin contar con que trabajos tan esperados como Final Fantasy XV o Kingdom Hearts III llevan siendo demandado años, casi una década en el caso de Sora y los sincorazón. Sí que se ha confirmado que saldrán en el próximo año algunos de estos refritos citados antes, pero para Kingdom Hearts III… habrá que esperar hasta 2016 casi seguro. Si no sale un juego secundario a la altura de Birth By Sleep o Dream Drop Distance, que esa tendencia a cambiar de plataforma en una misma franquicia también sería digna de estudio.
Square-Enix está lejos de sucumbir a la bancarrota, ya que sus números no son malos. Está lejos de ser también la peor compañía del videojuego, sin duda. No hace falta demonizar todo lo que se critica. No obstante, también se encuentra a unos cuantos pasos de lo que llegó a ser en su día. Vale, quizás a algunos kilómetros.
Han optado por un tipo de política, de visión, de encuadre, que solo les permite mirar hacia una dirección. Como si fueran un caballo. Y vale, no está mal mirar el árbol para estudiarlo de cerca. Pero no lo olviden: si siempre se mira igual, se estarán perdiendo el bosque. Toca ampliar las miras, desenfocar la visión y entornar los ojos hacia otra dirección. De lo contrario, quizás se queden cosas más importantes fuera de la vista. Como pasa en la imagen de esta opinión.
SALVADOR BELIZÓN / REDACCIÓN