“Estamos cansados, pero nos vamos muy contentos por haber disfrutado del tambor un año más en Baena”. Ese era el comentario más repetido anoche entre los tamborileros que apuraban las últimas horas de las XXXI Jornadas Nacionales de Exaltación del Tambor y el Bombo, las cuartas que acoge la ciudad de Baena. Han sido más de 8.000 personas llegadas de las 22 ciudades pertenecientes al Consorcio Nacional las que han hecho sonar sus cajas al unísono para hacer gala de sus tradiciones y mostrar sus toques más peculiares.
Después de una intensa noche inaugural en la que el sonido de los tambores y bombos de las provincias de Albacete, Castellón, Teruel, Valencia, Zaragoza y Murcia no cesó en ningún momento, la jornada del sábado daba comienzo con la inauguración del azulejo conmemorativo en la calle Amador de los Ríos, una obra del artista Ramón Torres Piernagorda que fue presentada por el alcalde, Jesús Rojano y el presidente del Consorcio Nacional, Antonio Mesa, que como estaba previsto ha sido reelegido en el cargo.
Acto seguido la Plaza Palacio acogía el acto de exaltación de tambores y bombos, todo un espectáculo visual y sonoro que duró cerca de tres horas y en el que los 22 pueblos mostraron a unas 600 personas sus toques más característicos. Con el Castillo de la Almedina y el Convento de Madre de Dios como testigos de excepción, la exhibición concluía con la actuación de los ocho oficiales del pueblo anfitrión, que deleitaron a los asistentes con un espectacular redoble conjunto.
Ya por la tarde, después del espectáculo flamenco en el Teatro Liceo, para no faltar a la tradición un chapetón hizo que los tamborileros tuvieran que refugiarse del agua durante algunos minutos, pero la lluvia no impidió que las 22 ciudades desfilaran por las calles de Baena. Delegaciones como las de Andorra, Calanda o Jumilla, algunas de las más numerosas, o localidades invitadas como Doña Mencía, Castro del Río, Lucena o Luque, hicieron que Baena se convirtiera durante unas horas en la capital mundial de la percusión.
Para dar por finalizados los actos oficiales, miles de tambores y bombos concentrados en una engalanada Plaza de la Constitución echaron las cajas al más puro estilo baenense. El ambiente era espectacular: todos los balcones del edificio de la Casa del Monte se encontraban ocupados por judíos colinegros y coliblancos redoblando a la par cuando un cohete anunció a la media noche la “rompida de hora” que los tamborileros de toda España esperaban desde las últimas tamboradas en Jumila.
El éxtasis y el desenfreno se apoderaron de Baena. Tras una larga noche paseando las estrechas calles de la Almedina, la Plaza de la Constitución, la calle Llana, la Plaza de España y muchos otros rincones señeros de la ciudad, los tamborileros se despidieron de Baena con poca energía y muchas horas de redoble acumuladas. Hoy comienza la cuenta atrás para la XXXII edición de las Jornadas Nacionales de Exaltación del Tambor y el Bombo, que se celebrará en Alcañiz los días 24, 25 y 26 de marzo de 2017.
Después de una intensa noche inaugural en la que el sonido de los tambores y bombos de las provincias de Albacete, Castellón, Teruel, Valencia, Zaragoza y Murcia no cesó en ningún momento, la jornada del sábado daba comienzo con la inauguración del azulejo conmemorativo en la calle Amador de los Ríos, una obra del artista Ramón Torres Piernagorda que fue presentada por el alcalde, Jesús Rojano y el presidente del Consorcio Nacional, Antonio Mesa, que como estaba previsto ha sido reelegido en el cargo.
Acto seguido la Plaza Palacio acogía el acto de exaltación de tambores y bombos, todo un espectáculo visual y sonoro que duró cerca de tres horas y en el que los 22 pueblos mostraron a unas 600 personas sus toques más característicos. Con el Castillo de la Almedina y el Convento de Madre de Dios como testigos de excepción, la exhibición concluía con la actuación de los ocho oficiales del pueblo anfitrión, que deleitaron a los asistentes con un espectacular redoble conjunto.
Ya por la tarde, después del espectáculo flamenco en el Teatro Liceo, para no faltar a la tradición un chapetón hizo que los tamborileros tuvieran que refugiarse del agua durante algunos minutos, pero la lluvia no impidió que las 22 ciudades desfilaran por las calles de Baena. Delegaciones como las de Andorra, Calanda o Jumilla, algunas de las más numerosas, o localidades invitadas como Doña Mencía, Castro del Río, Lucena o Luque, hicieron que Baena se convirtiera durante unas horas en la capital mundial de la percusión.
Para dar por finalizados los actos oficiales, miles de tambores y bombos concentrados en una engalanada Plaza de la Constitución echaron las cajas al más puro estilo baenense. El ambiente era espectacular: todos los balcones del edificio de la Casa del Monte se encontraban ocupados por judíos colinegros y coliblancos redoblando a la par cuando un cohete anunció a la media noche la “rompida de hora” que los tamborileros de toda España esperaban desde las últimas tamboradas en Jumila.
El éxtasis y el desenfreno se apoderaron de Baena. Tras una larga noche paseando las estrechas calles de la Almedina, la Plaza de la Constitución, la calle Llana, la Plaza de España y muchos otros rincones señeros de la ciudad, los tamborileros se despidieron de Baena con poca energía y muchas horas de redoble acumuladas. Hoy comienza la cuenta atrás para la XXXII edición de las Jornadas Nacionales de Exaltación del Tambor y el Bombo, que se celebrará en Alcañiz los días 24, 25 y 26 de marzo de 2017.
JESÚS ORDÓÑEZ / REDACCIÓN
