El deterioro accidental de unas diapositivas es el origen de la nueva exposición que alberga estos días la Oficina de Turismo de Baena, una pequeña muestra de los 300 "vinilos con agradable apariencia abstracta", como así los ha denominado su autor, el baenense José Muñoz Meléndez, que ya ha expuesto su obra dos veces en Córdoba.
Durante la inauguración, Muñoz relató cómo un temporal de agua dio al traste con centenares de diapositivas que tenía guardadas en un patio mientras realizaba una reforma en su casa. Eran las fotografías que durante varios años había realizado en sus viajes a Sierra Nevada, Cazorla, Gredos o Los Pirineos. Instantáneas de espeleología, naturaleza y montaña.
Cuando al cabo de varios años reparó en el "desastre" su primer pensamiento fue tirarlas, pero se dio cuenta que el agua de lluvia ácida actúa sobre la celulosa y disuelve los colores. "Caprichosamente los organiza como quiere, no los elimina, los cambia de lugar dentro del acetato". Este efecto es el causante de sus "pérdidas recicladas", que ahora han sido reveladas e impresas en vinilo y se han convertido en "agradables descomposiciones cromáticas".
El autor bromea acerca de su descubrimiento accidental. "Si hay algún pintor que sea capaz de hacerlo igual... muchas horas de trabajo tiene". Aunque considera que "esto es único e irrepetible", ahora intenta imitar la técnica para buscar algo parecido, pero reconoce que con la desaparición de lo analógico son "imposibles de volver a hacer".
La exposición de los 44 vinilos puede visitarse hasta el 23 de octubre en la primera planta del edificio municipal de la Oficina de Turismo y el Centro de Información Juvenil. La delegada de Cultura del Ayuntamiento de Baena, Lola Cristina Mata, asegura que "merece la pena ver algo diferente" al tratarse de "una exposición totalmente novedosa y rompedora con todo lo anterior".
Durante la inauguración, Muñoz relató cómo un temporal de agua dio al traste con centenares de diapositivas que tenía guardadas en un patio mientras realizaba una reforma en su casa. Eran las fotografías que durante varios años había realizado en sus viajes a Sierra Nevada, Cazorla, Gredos o Los Pirineos. Instantáneas de espeleología, naturaleza y montaña.
Cuando al cabo de varios años reparó en el "desastre" su primer pensamiento fue tirarlas, pero se dio cuenta que el agua de lluvia ácida actúa sobre la celulosa y disuelve los colores. "Caprichosamente los organiza como quiere, no los elimina, los cambia de lugar dentro del acetato". Este efecto es el causante de sus "pérdidas recicladas", que ahora han sido reveladas e impresas en vinilo y se han convertido en "agradables descomposiciones cromáticas".
El autor bromea acerca de su descubrimiento accidental. "Si hay algún pintor que sea capaz de hacerlo igual... muchas horas de trabajo tiene". Aunque considera que "esto es único e irrepetible", ahora intenta imitar la técnica para buscar algo parecido, pero reconoce que con la desaparición de lo analógico son "imposibles de volver a hacer".
La exposición de los 44 vinilos puede visitarse hasta el 23 de octubre en la primera planta del edificio municipal de la Oficina de Turismo y el Centro de Información Juvenil. La delegada de Cultura del Ayuntamiento de Baena, Lola Cristina Mata, asegura que "merece la pena ver algo diferente" al tratarse de "una exposición totalmente novedosa y rompedora con todo lo anterior".
REDACCIÓN / ANDALUCÍA DIGITAL