Baena Digital se hace eco en su Buzón del Lector de una carta abierta remitida por un vecino de Baena en respuesta al artículo publicado por el exalcalde de la localidad, Luis Moreno, bajo el título El silencio de los corderos. Si desea participar en esta sección, puede enviar un correo electrónico exponiendo su queja, comentario, sugerencia o relato. Si quiere, puede acompañar su mensaje de alguna fotografía.
Amigo Luis, por casualidad he leído tu carta titulada El silencio de los corderos, como la famosa película. En relación a ella debo decirte que no conozco bien el trinomio Baena, Castro del Río, Torreparedones, pero si el alcalde de Castro del Río, José Luis Caravaca, jamás ha dado respuesta a tus escritos, tal vez esa forma de actuar sea la norma general de los ediles, ya que tú tampoco eres muy dado a responder las cartas, propuestas u orientaciones en las que te manifiestan o te sugieren cierta necesidad algunos convecinos, entre los que se encuentran muy buenos profesionales, con muchos años de experiencia, por lo que conocen las carencias locales en temas relacionados con su trabajo.
Dice el refrán que "para muestra, con un botón basta". Te recuerdo un botón: ¿Cuántos escritos, cuántas indicaciones se te han hecho sobre las necesidad de una marquesina en el Centro de Salud de nuestro pueblo para proteger las ambulancias y, muy especialmente, a los enfermos de las altas temperaturas veraniegas, de la lluvias y de los fríos invernales? Siempre el silencio como respuesta.
¿Cuántas calenturas pasaron estas personas para lograr que se hiciera algo tan necesario? ¿Cuántos años, en cuántos plenos fue planteado este tema por los distintos grupos políticos? ¡Bah! Temas sin importancia: no es un proyecto faraónico.
Bien, antes de entrar en el tema que más te interesa, la entrega a Castro del Río de Torreparedones y de la Cueva del Yeso, comentas de forma poco positiva la conducta del equipo de gobierno que te ha sucedido, especialmente de la exalcaldesa María Jesús Serrano y del actual alcalde, Jesús Rojano.
La mayoría de ellos formaron parte de tu equipo de trabajo. Entonces, los considerabas muy capacitados, responsables, trabajadores; ahora, afirmas que "de lo que son capaces los sucesores en la Alcaldía de Baena, ya han dado buena muestra". No comprendo cómo en tan poco tiempo, y siempre desde tu punto de vista, han pasado de un extremo a otro.
Sigues afirmando que un espeso silencio amasado con desconocimiento, indiferencia, servilismo, temor y corruptelas acallan a los corderos municipales porque pastan en las jugosas hierbas del presupuesto municipal. ¿Acaso cuando tú eras el pastor no ocurría exactamente igual?
Recuerdo algunos de los plenos celebrados bajo tu dirección, una auténtica olla a presión, con tanta prepotencia. Tal vez, tanta tensión se debiera a que solo tus corderos disfrutaban de los verdes prados; para los demás, honda y estaca. En cambio, en los plenos actuales, aunque no se consiga el consenso con la frecuencia deseada, se respira un aire más tranquilo, más relajado.
Sigues echando flores poco olorosas sobre todos los representantes de la sociedad civil de nuestro pueblo: medios locales de información, empresarios, sindicatos, representantes de la cultura y otros. A este panorama desolador, a esta decadente Baena, solo le queda un salvador, que eres tú.
Sigues con un breve recorrido sobre la evolución de los trabajos y de las gestiones relacionadas con nuestro patrimonio arqueológico, volviendo a dar unas pinceladas oscuras sobre los regidores que te han sucedido. A continuación, propones una serie de medidas que, según tú, nos podrían proteger del peligroso alcalde castreño y lograr una solución correcta para nuestro patrimonio.
Me parece bien que presentes medidas salvadoras, pero pienso que nuestro Ayuntamiento dispone de un magnifico equipo de técnicos bien preparados que saben orientar a nuestros ediles para que obren de la mejor manera posible.
En cuanto a que te importan Baena y los baenenses, será en ciertas ocasiones porque, a veces, parece lo contrario. ¿A quién se le ocurriría la idea de colocar en nuestro término municipal un chimeneón arrojando humos, no muy agradables, durante las veinticuatro horas de los 365 días del año? El “polvillo volcánico” se va depositando, lenta pero inexorablemente, sobre nuestros cultivos, tejados… Y algún día, puede ser que nos pase factura.
La cooperativa Transportes Sanitarios Sur de Córdoba cubre los servicios de ambulancias de nuestra propia zona básica de salud. Todos sus empleados pertenecen a los pueblos donde las ambulancias prestan sus servicios. En cambio, en Baena, los conductores son de otros pueblos. Todos ellos responsables y muy cumplidores pero en nuestro pueblo también los hay muy buenos, por lo que se han perdido esos puestos de trabajo.
¿Recuerdas el famoso pleno? Cómo sería tu relación con algunos de nuestros convecinos para llevarlos a actuar de aquella manera. En algunas ocasiones, en lugar de defenderlos, los has podido dañar física, económica y moralmente. Todos nos equivocamos en algunas ocasiones, pero no todos somos capaces de reconocerlo y pedir disculpas. Estas personas todavía están esperando un gesto de buena voluntad; que les tiendas la mano y les digas "me equivoqué".
Y menos mal que nos libramos del basurero, uno de los más grandes de Andalucía. No por tu gestiones ni las de tus corderos que no se atrevieron a dar un solo balido en contra sino por la valentía de los vecinos de Valenzuela y algunos baenenses que nos demostraron cómo se defiende el ambiente ecológico de la zona.
Bueno, amigo Luis, ya no sigo más. Tu carta tiene mucho que comentar y no tanto bueno. ¿Recuerdas cuando nuestros alumnos del colegio Amador de los Ríos –Casas Baratas o Microescuelas, como las llamábamos coloquialmente– perdían en algunas ocasiones? Les decíamos que aceptaran la derrota con deportividad. Lo mismo te aconsejo: ¡Relájate, hombre! Respira hondo, acepta la derrota con deportividad. A veces, todos perdemos. Ya ganarás en otra ocasión. Un saludo.
NOTA: Los comentarios publicados en el Buzón del Lector no representan la opinión de Baena Digital. En ese sentido, este periódico no hace necesariamente suyas las denuncias, quejas o sugerencias recogidas en este espacio y que han sido enviadas por sus lectores.
Amigo Luis, por casualidad he leído tu carta titulada El silencio de los corderos, como la famosa película. En relación a ella debo decirte que no conozco bien el trinomio Baena, Castro del Río, Torreparedones, pero si el alcalde de Castro del Río, José Luis Caravaca, jamás ha dado respuesta a tus escritos, tal vez esa forma de actuar sea la norma general de los ediles, ya que tú tampoco eres muy dado a responder las cartas, propuestas u orientaciones en las que te manifiestan o te sugieren cierta necesidad algunos convecinos, entre los que se encuentran muy buenos profesionales, con muchos años de experiencia, por lo que conocen las carencias locales en temas relacionados con su trabajo.
Dice el refrán que "para muestra, con un botón basta". Te recuerdo un botón: ¿Cuántos escritos, cuántas indicaciones se te han hecho sobre las necesidad de una marquesina en el Centro de Salud de nuestro pueblo para proteger las ambulancias y, muy especialmente, a los enfermos de las altas temperaturas veraniegas, de la lluvias y de los fríos invernales? Siempre el silencio como respuesta.
¿Cuántas calenturas pasaron estas personas para lograr que se hiciera algo tan necesario? ¿Cuántos años, en cuántos plenos fue planteado este tema por los distintos grupos políticos? ¡Bah! Temas sin importancia: no es un proyecto faraónico.
Bien, antes de entrar en el tema que más te interesa, la entrega a Castro del Río de Torreparedones y de la Cueva del Yeso, comentas de forma poco positiva la conducta del equipo de gobierno que te ha sucedido, especialmente de la exalcaldesa María Jesús Serrano y del actual alcalde, Jesús Rojano.
La mayoría de ellos formaron parte de tu equipo de trabajo. Entonces, los considerabas muy capacitados, responsables, trabajadores; ahora, afirmas que "de lo que son capaces los sucesores en la Alcaldía de Baena, ya han dado buena muestra". No comprendo cómo en tan poco tiempo, y siempre desde tu punto de vista, han pasado de un extremo a otro.
Sigues afirmando que un espeso silencio amasado con desconocimiento, indiferencia, servilismo, temor y corruptelas acallan a los corderos municipales porque pastan en las jugosas hierbas del presupuesto municipal. ¿Acaso cuando tú eras el pastor no ocurría exactamente igual?
Recuerdo algunos de los plenos celebrados bajo tu dirección, una auténtica olla a presión, con tanta prepotencia. Tal vez, tanta tensión se debiera a que solo tus corderos disfrutaban de los verdes prados; para los demás, honda y estaca. En cambio, en los plenos actuales, aunque no se consiga el consenso con la frecuencia deseada, se respira un aire más tranquilo, más relajado.
Sigues echando flores poco olorosas sobre todos los representantes de la sociedad civil de nuestro pueblo: medios locales de información, empresarios, sindicatos, representantes de la cultura y otros. A este panorama desolador, a esta decadente Baena, solo le queda un salvador, que eres tú.
Sigues con un breve recorrido sobre la evolución de los trabajos y de las gestiones relacionadas con nuestro patrimonio arqueológico, volviendo a dar unas pinceladas oscuras sobre los regidores que te han sucedido. A continuación, propones una serie de medidas que, según tú, nos podrían proteger del peligroso alcalde castreño y lograr una solución correcta para nuestro patrimonio.
Me parece bien que presentes medidas salvadoras, pero pienso que nuestro Ayuntamiento dispone de un magnifico equipo de técnicos bien preparados que saben orientar a nuestros ediles para que obren de la mejor manera posible.
En cuanto a que te importan Baena y los baenenses, será en ciertas ocasiones porque, a veces, parece lo contrario. ¿A quién se le ocurriría la idea de colocar en nuestro término municipal un chimeneón arrojando humos, no muy agradables, durante las veinticuatro horas de los 365 días del año? El “polvillo volcánico” se va depositando, lenta pero inexorablemente, sobre nuestros cultivos, tejados… Y algún día, puede ser que nos pase factura.
La cooperativa Transportes Sanitarios Sur de Córdoba cubre los servicios de ambulancias de nuestra propia zona básica de salud. Todos sus empleados pertenecen a los pueblos donde las ambulancias prestan sus servicios. En cambio, en Baena, los conductores son de otros pueblos. Todos ellos responsables y muy cumplidores pero en nuestro pueblo también los hay muy buenos, por lo que se han perdido esos puestos de trabajo.
¿Recuerdas el famoso pleno? Cómo sería tu relación con algunos de nuestros convecinos para llevarlos a actuar de aquella manera. En algunas ocasiones, en lugar de defenderlos, los has podido dañar física, económica y moralmente. Todos nos equivocamos en algunas ocasiones, pero no todos somos capaces de reconocerlo y pedir disculpas. Estas personas todavía están esperando un gesto de buena voluntad; que les tiendas la mano y les digas "me equivoqué".
Y menos mal que nos libramos del basurero, uno de los más grandes de Andalucía. No por tu gestiones ni las de tus corderos que no se atrevieron a dar un solo balido en contra sino por la valentía de los vecinos de Valenzuela y algunos baenenses que nos demostraron cómo se defiende el ambiente ecológico de la zona.
Bueno, amigo Luis, ya no sigo más. Tu carta tiene mucho que comentar y no tanto bueno. ¿Recuerdas cuando nuestros alumnos del colegio Amador de los Ríos –Casas Baratas o Microescuelas, como las llamábamos coloquialmente– perdían en algunas ocasiones? Les decíamos que aceptaran la derrota con deportividad. Lo mismo te aconsejo: ¡Relájate, hombre! Respira hondo, acepta la derrota con deportividad. A veces, todos perdemos. Ya ganarás en otra ocasión. Un saludo.
FRANCISCO RUIZ SERRANO
NOTA: Los comentarios publicados en el Buzón del Lector no representan la opinión de Baena Digital. En ese sentido, este periódico no hace necesariamente suyas las denuncias, quejas o sugerencias recogidas en este espacio y que han sido enviadas por sus lectores.