Dentro de los actos del IV Centenario de la Traslación de Nuestra Señora de Guadalupe, Juan José Aguirre, el obispo de Bangassou, quiso compartir el pasado lunes en la Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe su experiencia en la República de Centro África y animar a los baenenses a tener empatía con las misiones: "no os miréis el propio ombligo, mirad el horizonte y sentid como propia la iglesia de las misiones".
Tras oficiar una misa junto a los párrocos Jesús Joaquín Corredor y Eugenio Bujalance, el religioso cordobés, que lleva 35 años en África difundiendo la doctrina de la Iglesia Católica, 20 como obispo, explicó su día a día con personas que "tienen una esperanza de vida de 48 años, que viven en una situación muy dramática, con una calidad de vida muy baja a todos los niveles y sin embargo son una gente con una extraordinaria capacidad de desdramatizar y no ahogarse en un vaso de agua".
A pesar del contexto de guerra civil y de opresión que ejercen las guerrillas islámicas, Aguirre destacó la religiosidad y la viveza de la Iglesia en África: "la fe los anima enormemente en todo el continente; las iglesias suelen estar llenas de jóvenes y es muy bonito ser párroco allí porque la gente responde muy bien. El futuro de la iglesia católica tiene que pasar por África".
El obispo de Bangassou aprovechó su paso por Baena para defender la vida misionera como una vocación. "Dios nos da la fuerza y el carisma para hacerlo". Además, recordó que a pesar de las dificultades "la iglesia sigue adelante dando esperanzas a muchas personas y atendiendo muchísimas necesidades".
Tras oficiar una misa junto a los párrocos Jesús Joaquín Corredor y Eugenio Bujalance, el religioso cordobés, que lleva 35 años en África difundiendo la doctrina de la Iglesia Católica, 20 como obispo, explicó su día a día con personas que "tienen una esperanza de vida de 48 años, que viven en una situación muy dramática, con una calidad de vida muy baja a todos los niveles y sin embargo son una gente con una extraordinaria capacidad de desdramatizar y no ahogarse en un vaso de agua".
A pesar del contexto de guerra civil y de opresión que ejercen las guerrillas islámicas, Aguirre destacó la religiosidad y la viveza de la Iglesia en África: "la fe los anima enormemente en todo el continente; las iglesias suelen estar llenas de jóvenes y es muy bonito ser párroco allí porque la gente responde muy bien. El futuro de la iglesia católica tiene que pasar por África".
El obispo de Bangassou aprovechó su paso por Baena para defender la vida misionera como una vocación. "Dios nos da la fuerza y el carisma para hacerlo". Además, recordó que a pesar de las dificultades "la iglesia sigue adelante dando esperanzas a muchas personas y atendiendo muchísimas necesidades".
REDACCIÓN / ANDALUCÍA DIGITAL