"La historia de tres mujeres, hilvanada a través de diálogos imaginarios, aunque probables, entre aquellas que recibieron un legado del que no pudieron escapar y aquellas a las que les fue transmitido, con profundo pesar, haciéndolas valerosas y dándoles el permiso necesario para elegir hasta dónde deseaban hacerse cargo de su herencia". Ese es el argumento de "La Manola: homenaje a la memoria de nuestras abuelas y madres", el libro que ha presentado este fin de semana en la Casa de la Cultura de Baena Patricia Ordóñez Chica.
La obra es un crudo relato de tres mujeres a las que "le tocó vivir todas las hambres: la del estómago, la del intelecto y la del corazón". La primera nació en 1901 y desarrolló su vida en Baena. Ya en la posguerra, la segunda tuvo que "exiliarse" a tierras catalanas, donde tampoco dejó de padecer penalidades. La autora dijo sentirse orgullosa de pertenecer a la línea de estas mujeres y honrada por la generosidad de Baena, una ciudad que le ha dado la oportunidad de "compartir la memoria de muchas mujeres".
La segunda teniente de alcalde, Lola Cristina Mata, aseguró que se trata de "una historia que todos hemos conocido, un libro sencillo de leer pero difícil de asimilar". La delegada de Cultura e Igualdad se sumó al homenaje a las mujeres y recordó que la guerra y sus penalidades siguen vivas, de ahí que apostara por "remover conciencias sin levantar heridas".
El historiador Arcángel Bedmar, que animó a "reflexionar sobre lo que fuimos y lo que somos", definió "La Manola" como una historia vital de tres generaciones de mujeres, una obra "bien escrita, emotiva y evocadora", con un "realismo histórico muy envolvente" que parte de la premisa de que "una persona sin memoria es una persona sin pasado".
Una de las responsables de la Editorial Carena, Elena Morilla, también destacó el trabajo de la autora porque "se hace responsable de todo lo que dice y cómo lo dice" y "expone el derecho al grito de las mujeres".
La obra es un crudo relato de tres mujeres a las que "le tocó vivir todas las hambres: la del estómago, la del intelecto y la del corazón". La primera nació en 1901 y desarrolló su vida en Baena. Ya en la posguerra, la segunda tuvo que "exiliarse" a tierras catalanas, donde tampoco dejó de padecer penalidades. La autora dijo sentirse orgullosa de pertenecer a la línea de estas mujeres y honrada por la generosidad de Baena, una ciudad que le ha dado la oportunidad de "compartir la memoria de muchas mujeres".
La segunda teniente de alcalde, Lola Cristina Mata, aseguró que se trata de "una historia que todos hemos conocido, un libro sencillo de leer pero difícil de asimilar". La delegada de Cultura e Igualdad se sumó al homenaje a las mujeres y recordó que la guerra y sus penalidades siguen vivas, de ahí que apostara por "remover conciencias sin levantar heridas".
El historiador Arcángel Bedmar, que animó a "reflexionar sobre lo que fuimos y lo que somos", definió "La Manola" como una historia vital de tres generaciones de mujeres, una obra "bien escrita, emotiva y evocadora", con un "realismo histórico muy envolvente" que parte de la premisa de que "una persona sin memoria es una persona sin pasado".
Una de las responsables de la Editorial Carena, Elena Morilla, también destacó el trabajo de la autora porque "se hace responsable de todo lo que dice y cómo lo dice" y "expone el derecho al grito de las mujeres".
JESÚS ORDÓÑEZ / ANDALUCÍA DIGITAL
