"Las termas orientales de Torreparedones son el edificio romano termal mejor conservado de Andalucía y puede que de España". Así se expresaba el doctor de la Universidad de Córdoba Ángel Ventura durante la presentación de los nuevos hallazgos del yacimiento baenense, los restos de una fuente dedicada a la Diosa Salud y un pozo que abastecía de agua al complejo termal.
Según el profesor titular de Arqueología de la UCO, cuando se termine la excavación y se aborde la consolidación y restauración de las termas "va a ser uno de los atractivos más importantes de la ciudad". Y es que aunque todavía no está definido por completo, los arqueólogos ya han delimitado sus tres estancias más destacadas, entre ellas el caldarium, la sala de agua caliente, que mantiene todos sus componentes más característicos: una calefacción de doble suelo, una bañera de mármol y una pileta circular donde los bañistas se hidrataban con agua fría.
Tras varios meses de trabajo ya se pueden contemplar unas paredes de casi dos metros y medio de altura y unos pavimentos de baldosas de mármol perfectamente conservados, con motivos geométricos de hexágonos y pequeños triángulos. Las excavaciones que lleva a cabo estas semanas el Ayuntamiento de Baena con los contratos del Plan Municipal de Solidaridad tienen por objetivo encontrar el vestuario, la zona de servicios y la puerta de entrada para recuperar el recorrido original.
Las termas orientales, construidas durante la primera mitad del siglo I, no son las únicas que se pueden encontrar en el yacimiento arqueológico. La más antigua, de época tardorrepublicana, está junto al foro. También se conserva otra junto a la ermita de las santas Nunilo y Alodia, pero ninguna es tan lujosa ni grande como la que ahora se intenta poner en valor.
"Una ciudad con vocación de peregrinaje"
No es casualidad la riqueza de este complejo termal en Torreparedones. Ángel Ventura explica que la colonia Ituci Virtus Iulia era "una ciudad con vocación de peregrinaje en la comarca", una especie de "ciudad balneario dedicada a la sanación y a la curación de enfermedades con tres termas, divinidades y dos santuarios".
Según el profesor titular de Arqueología de la UCO, cuando se termine la excavación y se aborde la consolidación y restauración de las termas "va a ser uno de los atractivos más importantes de la ciudad". Y es que aunque todavía no está definido por completo, los arqueólogos ya han delimitado sus tres estancias más destacadas, entre ellas el caldarium, la sala de agua caliente, que mantiene todos sus componentes más característicos: una calefacción de doble suelo, una bañera de mármol y una pileta circular donde los bañistas se hidrataban con agua fría.
Tras varios meses de trabajo ya se pueden contemplar unas paredes de casi dos metros y medio de altura y unos pavimentos de baldosas de mármol perfectamente conservados, con motivos geométricos de hexágonos y pequeños triángulos. Las excavaciones que lleva a cabo estas semanas el Ayuntamiento de Baena con los contratos del Plan Municipal de Solidaridad tienen por objetivo encontrar el vestuario, la zona de servicios y la puerta de entrada para recuperar el recorrido original.
Las termas orientales, construidas durante la primera mitad del siglo I, no son las únicas que se pueden encontrar en el yacimiento arqueológico. La más antigua, de época tardorrepublicana, está junto al foro. También se conserva otra junto a la ermita de las santas Nunilo y Alodia, pero ninguna es tan lujosa ni grande como la que ahora se intenta poner en valor.
"Una ciudad con vocación de peregrinaje"
No es casualidad la riqueza de este complejo termal en Torreparedones. Ángel Ventura explica que la colonia Ituci Virtus Iulia era "una ciudad con vocación de peregrinaje en la comarca", una especie de "ciudad balneario dedicada a la sanación y a la curación de enfermedades con tres termas, divinidades y dos santuarios".
JESÚS ORDÓÑEZ / ANDALUCÍA DIGITAL