Hace unos días concluyeron las excavaciones llevadas a cabo en el sector norte de Torreparedones. La campaña ha sido realizada por un equipo de investigación hispano-alemán: por un lado el grupo de Investigación HUM 882 Antiguas Ciudades de Andalucía, que dirige el profesor Carlos Márquez en la Universidad de Córdoba; por otro, el Instituto de Arqueología de la Universidad de Tübingen.
El equipo de arqueólogos dirigidos por Phillip Baas, Dieta Svoboda y David Ojeda ha realizado dos sondeos de aproximadamente 3x4 y 3x3 metros. A una altura de aproximadamente 20 centímetros han aparecido los esperados restos de muros y suelos romanos. El edificio y los restos encontrados en él -cerámicas, metales y estucos- serán investigados en profundidad durante los siguientes meses.
El proyecto surgió como consecuencia de la siguiente observación: en una zona al norte del Foro de la ciudad el estricto y rígido sistema de distribución de las calles de la ciudad romana fue interrumpido intencionalmente, quizás para respetar una estructura ibérica preexistente a la fundación de la colonia romana de Torreparedones.
Confirmar la existencia de dicha estructura era uno de los principales objetivos de la intervención arqueológica y su hallazgo se produjo a una profundidad de aproximadamente dos metros bajo tierra. Se trata de un suelo de losas de grandes dimensiones, que gracias a los hallazgos cerámicos ha podido ser fechado entre los siglos V y III a.C.
Probablemente, este pavimento y el edificio al que pertenezca motivaron el desvío de la calzada romana para respetar dicha estructura. Identificar muros asociados a este suelo, que ayuden a identificar la estructura a la que pertenece, será el objetivo prioritario de las siguientes campañas de excavación.
El equipo de arqueólogos dirigidos por Phillip Baas, Dieta Svoboda y David Ojeda ha realizado dos sondeos de aproximadamente 3x4 y 3x3 metros. A una altura de aproximadamente 20 centímetros han aparecido los esperados restos de muros y suelos romanos. El edificio y los restos encontrados en él -cerámicas, metales y estucos- serán investigados en profundidad durante los siguientes meses.
El proyecto surgió como consecuencia de la siguiente observación: en una zona al norte del Foro de la ciudad el estricto y rígido sistema de distribución de las calles de la ciudad romana fue interrumpido intencionalmente, quizás para respetar una estructura ibérica preexistente a la fundación de la colonia romana de Torreparedones.
Confirmar la existencia de dicha estructura era uno de los principales objetivos de la intervención arqueológica y su hallazgo se produjo a una profundidad de aproximadamente dos metros bajo tierra. Se trata de un suelo de losas de grandes dimensiones, que gracias a los hallazgos cerámicos ha podido ser fechado entre los siglos V y III a.C.
Probablemente, este pavimento y el edificio al que pertenezca motivaron el desvío de la calzada romana para respetar dicha estructura. Identificar muros asociados a este suelo, que ayuden a identificar la estructura a la que pertenece, será el objetivo prioritario de las siguientes campañas de excavación.
REDACCIÓN / ANDALUCÍA DIGITAL