La Junta de Andalucía participará a partir de 2018 en el proyecto de cooperación euromediterráneo Prima, una iniciativa que movilizará 500 millones de euros en I+D+i hasta 2028 con el objetivo de buscar soluciones innovadoras que palien los efectos del cambio climático y la escasez hídrica que afecta a la comunidad andaluza y al conjunto de los países del Mediterráneo.
El consejero de Economía y Conocimiento, Antonio Ramírez de Arellano, destacó que este proyecto de cooperación euromediterránea incidirá en aspectos como el manejo del agua, la tecnología y la investigación en cultivos más resistentes y adaptados. Para ello, tras el seminario sobre el programa Prima y la cooperación en I+D+i en seguridad alimentaria y suministro de agua organizado por la Alianza europea de Socialistas y Demócratas en Sevilla, se prevé que en 2018 salgan las primeras convocatorias de incentivos a la investigación.
El titular de Economía y Conocimiento recalcó que el cambio climático está "alterando de forma sustancial la dinámica en el mundo agrícola, tanto la de producción de alimentos como en la gestión del agua", recordando que en la actualidad en el arco mediterráneo se estima que hay 180 millones de personas "pobres en agua".
Por ello, Arellano señaló que el cambio climático es "reto importante" que atañe a Andalucía de lleno y que "se debe abordar desde la I+D+i" que provea de mejoras tecnológicas y avances en la producción agrícola, los cultivos, que permitan hacer una gestión más eficiente de los recursos.
"Andalucía tiene un sector agroalimentario muy potente, exportador, que queremos que siga siendo sostenible, y estamos en una zona de estrés hídrico importante, por lo que hemos de considerar esta cuestión como prioritaria", aseveró.
La reutilización de aguas, la investigación en cultivos más resistentes a la salinidad, la sequía y las plagas, el desarrollo de tecnología para la mejora en la producción de cultivos agrícolas son algunas de las temáticas que se abordarán en las primeras convocatorias de I+D+i del programa, que movilizarán 50 millones de euros en 2018. Los proyectos de investigación tendrán que contar al menos con un socio comunitario y otro no comunitario, explicó el director de la Fundación Prima, Octavi Quintana.
El papel de Andalucía
Ramírez de Arellano se mostró convencido de que Andalucía, por su trayectoria, puede jugar un importante papel en el desarrollo de Prima, que conecta ciencia, tecnología y empresa de países de ambos lados del Mediterráneo. En este sentido, puso como ejemplo de los avances adoptados en la comunidad autónoma el olivar, una enseña económica por la generación de aceite y donde en la actualidad se aplican tecnologías avanzadas como los drones para vigilar la evolución de los frutos.
Asimismo, subrayó la capacidad investigadora de las entidades de la comunidad autónoma, que en la actualidad lideran uno de cada tres proyectos de las convocatorias de los fondos europeos Horizonte 2020 que cuentan con socios de la región mediterránea. En concreto, recordó que siete de las nueve universidades andaluzas se sitúan en el 3 por ciento mejor del mundo en el área de ciencias agroalimentarias, y concretamente la de Córdoba se ha colocado en el último año entre las 100 primeras.
A ellas se unen centros públicos de referencia en investigación como el IFAPA o la Agencia de Medioambiente y Agua de Andalucía, cuyos profesionales se sitúan a la vanguardia en sus ámbitos de actuación; así como institutos punteros del CSIC como el de la Grasa, la Estación Biológica de Doñana, la Estación de Zonas Áridas de Almería o el Instituto Hortofrutícola de Cádiz. Por último, subrayó la importancia de centros tecnológicos por su trabajo de transferencia del conocimiento a empresas.
Por todo ello, el consejero de Economía y Conocimiento animó al tejido empresarial a involucrarse en este proyecto, recordando que las compañías del sector agroalimentario realizan desde hace años "una decidida apuesta por la innovación".
El consejero de Economía y Conocimiento, Antonio Ramírez de Arellano, destacó que este proyecto de cooperación euromediterránea incidirá en aspectos como el manejo del agua, la tecnología y la investigación en cultivos más resistentes y adaptados. Para ello, tras el seminario sobre el programa Prima y la cooperación en I+D+i en seguridad alimentaria y suministro de agua organizado por la Alianza europea de Socialistas y Demócratas en Sevilla, se prevé que en 2018 salgan las primeras convocatorias de incentivos a la investigación.
El titular de Economía y Conocimiento recalcó que el cambio climático está "alterando de forma sustancial la dinámica en el mundo agrícola, tanto la de producción de alimentos como en la gestión del agua", recordando que en la actualidad en el arco mediterráneo se estima que hay 180 millones de personas "pobres en agua".
Por ello, Arellano señaló que el cambio climático es "reto importante" que atañe a Andalucía de lleno y que "se debe abordar desde la I+D+i" que provea de mejoras tecnológicas y avances en la producción agrícola, los cultivos, que permitan hacer una gestión más eficiente de los recursos.
"Andalucía tiene un sector agroalimentario muy potente, exportador, que queremos que siga siendo sostenible, y estamos en una zona de estrés hídrico importante, por lo que hemos de considerar esta cuestión como prioritaria", aseveró.
La reutilización de aguas, la investigación en cultivos más resistentes a la salinidad, la sequía y las plagas, el desarrollo de tecnología para la mejora en la producción de cultivos agrícolas son algunas de las temáticas que se abordarán en las primeras convocatorias de I+D+i del programa, que movilizarán 50 millones de euros en 2018. Los proyectos de investigación tendrán que contar al menos con un socio comunitario y otro no comunitario, explicó el director de la Fundación Prima, Octavi Quintana.
El papel de Andalucía
Ramírez de Arellano se mostró convencido de que Andalucía, por su trayectoria, puede jugar un importante papel en el desarrollo de Prima, que conecta ciencia, tecnología y empresa de países de ambos lados del Mediterráneo. En este sentido, puso como ejemplo de los avances adoptados en la comunidad autónoma el olivar, una enseña económica por la generación de aceite y donde en la actualidad se aplican tecnologías avanzadas como los drones para vigilar la evolución de los frutos.
Asimismo, subrayó la capacidad investigadora de las entidades de la comunidad autónoma, que en la actualidad lideran uno de cada tres proyectos de las convocatorias de los fondos europeos Horizonte 2020 que cuentan con socios de la región mediterránea. En concreto, recordó que siete de las nueve universidades andaluzas se sitúan en el 3 por ciento mejor del mundo en el área de ciencias agroalimentarias, y concretamente la de Córdoba se ha colocado en el último año entre las 100 primeras.
A ellas se unen centros públicos de referencia en investigación como el IFAPA o la Agencia de Medioambiente y Agua de Andalucía, cuyos profesionales se sitúan a la vanguardia en sus ámbitos de actuación; así como institutos punteros del CSIC como el de la Grasa, la Estación Biológica de Doñana, la Estación de Zonas Áridas de Almería o el Instituto Hortofrutícola de Cádiz. Por último, subrayó la importancia de centros tecnológicos por su trabajo de transferencia del conocimiento a empresas.
Por todo ello, el consejero de Economía y Conocimiento animó al tejido empresarial a involucrarse en este proyecto, recordando que las compañías del sector agroalimentario realizan desde hace años "una decidida apuesta por la innovación".
REDACCIÓN / ANDALUCÍA DIGITAL
FOTOGRAFÍA: JOSÉ ANTONIO AGUILAR
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