Miles de baenenses mostraron ayer su devoción a los patrones de la ciudad durante la salida extraordinaria de Nuestro Padre Jesús Nazareno con motivo del IV Centenario de la Traslación de Nuestra Señora de Guadalupe a su capilla actual, una efeméride que se conmemora este año y que ha permitido que ambas imágenes se encuentren por primera vez en la historia.
La Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno procesionó por la mañana a su imagen titular por las calles de la Almedina, su antiguo recorrido de Viernes Santo, acompañado por los sones de la Centuria Romana de la Cola Negra y la Agrupación Musical de la Virgen de los Dolores. Portado por las dos cuadrillas de hermanos de Jesús, Andas y Palio, el patrón de Baena lucía la cruz de plata en sus antiguas andas meneses.
Varios cientos de personas se agolparon expectantes en la Plaza del Ángel para ver a Jesús entrar en la Iglesia de Santa María la Mayor y a su salida la primera bendición del Nazareno al pueblo de Baena en rogativa de lluvia, un hecho que ya se produjo en el año 1975 por la sequía de la época.
Pasadas las 13.00 de la tarde, tras su paso junto a San Bartolomé, la calle Doctora, el Convento de Madre de Dios, el Castillo, Santa Marina o la Plaza de la Constitución, miles de personas se agolpaban también en la Plaza de España y el Paseo de Guadalupe para ser testigos de la entrada de Jesús al templo dominico, que le sirvió de refugio durante la guerra civil, único antecedente de esta visita tan emotiva.
Antes de la eucaristía, que contó con la participación de los consiliarios de ambas cofradías, Jesús Joaquín Corredor y Juan Laguna, así como los hermanos mayores, Josefina Ortiz y José Ortiz, el señor de Baena entró por primera vez a la capilla de la Virgen de Guadalupe. Tras la misa, en la que estuvo presidiendo el altar, repitió este gesto histórico y volvió a entrar en la sagrada capilla para posarse ante la imagen de su madre y bendecirla.
Fueron muchos los cofrades y devotos que quisieron presenciar de primera mano esa estampa. A las 17.00, Jesús dedicó su tercera bendición a la salida de Guadalupe antes de emprender el regreso a San Francisco, esta vez acompañado por las hermanas de la Asociación de Nuestra Madre y Patrona Virgen de Guadalupe, el resto de cofradías y el pueblo alumbrando.
En esta ocasión Jesús Nazareno fue portado por los hermanos de las diferentes hermandades de la Cofradía Nazarena y las ocho cuadrillas de la Turba de Judíos de la Cola Negra.
La Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno procesionó por la mañana a su imagen titular por las calles de la Almedina, su antiguo recorrido de Viernes Santo, acompañado por los sones de la Centuria Romana de la Cola Negra y la Agrupación Musical de la Virgen de los Dolores. Portado por las dos cuadrillas de hermanos de Jesús, Andas y Palio, el patrón de Baena lucía la cruz de plata en sus antiguas andas meneses.
Varios cientos de personas se agolparon expectantes en la Plaza del Ángel para ver a Jesús entrar en la Iglesia de Santa María la Mayor y a su salida la primera bendición del Nazareno al pueblo de Baena en rogativa de lluvia, un hecho que ya se produjo en el año 1975 por la sequía de la época.
Pasadas las 13.00 de la tarde, tras su paso junto a San Bartolomé, la calle Doctora, el Convento de Madre de Dios, el Castillo, Santa Marina o la Plaza de la Constitución, miles de personas se agolpaban también en la Plaza de España y el Paseo de Guadalupe para ser testigos de la entrada de Jesús al templo dominico, que le sirvió de refugio durante la guerra civil, único antecedente de esta visita tan emotiva.
Antes de la eucaristía, que contó con la participación de los consiliarios de ambas cofradías, Jesús Joaquín Corredor y Juan Laguna, así como los hermanos mayores, Josefina Ortiz y José Ortiz, el señor de Baena entró por primera vez a la capilla de la Virgen de Guadalupe. Tras la misa, en la que estuvo presidiendo el altar, repitió este gesto histórico y volvió a entrar en la sagrada capilla para posarse ante la imagen de su madre y bendecirla.
Fueron muchos los cofrades y devotos que quisieron presenciar de primera mano esa estampa. A las 17.00, Jesús dedicó su tercera bendición a la salida de Guadalupe antes de emprender el regreso a San Francisco, esta vez acompañado por las hermanas de la Asociación de Nuestra Madre y Patrona Virgen de Guadalupe, el resto de cofradías y el pueblo alumbrando.
En esta ocasión Jesús Nazareno fue portado por los hermanos de las diferentes hermandades de la Cofradía Nazarena y las ocho cuadrillas de la Turba de Judíos de la Cola Negra.
JESÚS ORDÓÑEZ / ANDALUCÍA DIGITAL
