El Museo Histórico de Baena acoge en estos días el proyecto Cobachotix, una iniciativa que ha involucrado a más de una treintena de autores de diferentes disciplinas con el objetivo de crear, a partir de diversos estilos, las 32 piezas que conforman un tablero de ajedrez. Las diferentes obras artísticas de este proyecto estarán disponibles para su visita en el Museo Histórico hasta el 18 de abril.
Esta idea surge cuando la periodista baenense, Eva Gálvez y su pareja, el abogado y guionista de teatro, Erik Moller, deciden desprenderse de 32 piezas de ajedrez de 60 centímetros de altura. Antes de tirarlas definitivamente a la basura pensaron en enviar cada pieza a algunos conocidos suyos, artistas en diferentes disciplinas, para crear a partir de la base de la figura una obra de arte totalmente libre. El resultado ha sido un peculiar y colorido conjunto, que plasma el sentido personal que cada artista ha querido otorgarle a la figura que recibió.
Eva Gálvez ha resaltado que "esta idea nace prácticamente en la basura", y consigue, no sólo darle una segunda vida a este ajedrez, sino también aportar un papel artístico irrefutable. Gálvez, además, ha hecho referencia al "contraste histórico que desprende exponer esta obra vanguardista en un edificio con semejante patrimonio histórico".
Por su parte, Moller ha explicado el trasfondo de una idea que "pretende desvincular el significado tradicional que todos tenemos acerca de cada figura de ajedrez, influenciados por la obra de los artistas que han participado". Escritores, escultores, pintores, incluso artistas plásticos han creado en este proyecto, que según Moller,"llega a rozar la paradoja".
Finalmente, el delegado de Cultura, Javier Vacas, ha agradecido a los asistentes su presencia y también a los precursores de este proyecto que "han conseguido un contraste idóneo para tan emblemático emplazamiento". Por último, animó a todos los amantes del arte a visitar esta obra, que estará disponible desde el 22 de febrero hasta el 18 de abril.
Esta idea surge cuando la periodista baenense, Eva Gálvez y su pareja, el abogado y guionista de teatro, Erik Moller, deciden desprenderse de 32 piezas de ajedrez de 60 centímetros de altura. Antes de tirarlas definitivamente a la basura pensaron en enviar cada pieza a algunos conocidos suyos, artistas en diferentes disciplinas, para crear a partir de la base de la figura una obra de arte totalmente libre. El resultado ha sido un peculiar y colorido conjunto, que plasma el sentido personal que cada artista ha querido otorgarle a la figura que recibió.
Eva Gálvez ha resaltado que "esta idea nace prácticamente en la basura", y consigue, no sólo darle una segunda vida a este ajedrez, sino también aportar un papel artístico irrefutable. Gálvez, además, ha hecho referencia al "contraste histórico que desprende exponer esta obra vanguardista en un edificio con semejante patrimonio histórico".
Por su parte, Moller ha explicado el trasfondo de una idea que "pretende desvincular el significado tradicional que todos tenemos acerca de cada figura de ajedrez, influenciados por la obra de los artistas que han participado". Escritores, escultores, pintores, incluso artistas plásticos han creado en este proyecto, que según Moller,"llega a rozar la paradoja".
Finalmente, el delegado de Cultura, Javier Vacas, ha agradecido a los asistentes su presencia y también a los precursores de este proyecto que "han conseguido un contraste idóneo para tan emblemático emplazamiento". Por último, animó a todos los amantes del arte a visitar esta obra, que estará disponible desde el 22 de febrero hasta el 18 de abril.
REDACCIÓN / ANDALUCÍA DIGITAL