El Centro de Apoyo al Desarrollo Empresarial (CADE) Baena recuerda que el BOJA ha publicado esta semana el decreto-ley 26/2020 por el que se establece una medida extraordinaria y urgente en el ámbito económico para facilitar ayudas a las pymes industriales afectadas por las consecuencias económicas de la pandemia.
La situación de incertidumbre económica generada por la crisis sanitaria, económica y social, y la necesaria reactivación de la actividad económica, ha conllevado a la movilización de recursos para apoyar a las empresas.
Con el fin de prevenir la quiebra de muchas de ellas, desde la Unión Europea se han adoptado con carácter de urgencia algunas medidas encaminadas a facilitar liquidez a las mismas. En este sentido recomienda a España que tome medidas durante los años 2020 y 2021 con el fin, entre otros, de “proporcionar liquidez a las pequeñas y medianas empresas y a los trabajadores autónomos”.
La aprobación de este nuevo decreto-ley está orientado, especialmente, a paliar los efectos de esta situación en el tejido industrial de Andalucía, incidiendo especialmente en aquel segmento de sus pymes, el de las empresas de diez o más personas trabajadoras que son las que presentan, con carácter general, un mayor nivel de competitividad, y cuya quiebra supondría el más grave deterioro de la industria andaluza.
La tramitación de estas subvenciones excluye la concurrencia competitiva, es decir, que las ayudas se otorgan por orden de llegada sin comparación entre las solicitudes presentadas.
La situación de incertidumbre económica generada por la crisis sanitaria, económica y social, y la necesaria reactivación de la actividad económica, ha conllevado a la movilización de recursos para apoyar a las empresas.
Con el fin de prevenir la quiebra de muchas de ellas, desde la Unión Europea se han adoptado con carácter de urgencia algunas medidas encaminadas a facilitar liquidez a las mismas. En este sentido recomienda a España que tome medidas durante los años 2020 y 2021 con el fin, entre otros, de “proporcionar liquidez a las pequeñas y medianas empresas y a los trabajadores autónomos”.
La aprobación de este nuevo decreto-ley está orientado, especialmente, a paliar los efectos de esta situación en el tejido industrial de Andalucía, incidiendo especialmente en aquel segmento de sus pymes, el de las empresas de diez o más personas trabajadoras que son las que presentan, con carácter general, un mayor nivel de competitividad, y cuya quiebra supondría el más grave deterioro de la industria andaluza.
La tramitación de estas subvenciones excluye la concurrencia competitiva, es decir, que las ayudas se otorgan por orden de llegada sin comparación entre las solicitudes presentadas.
MARTA BAENA SANZ / REDACCIÓN
